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lunes, 29 de julio de 2013

Reír al viento

Propongo un plan. Un planazo para este verano. Su autora nos dice que será el mejor de los viajes. Es mágico, sorprendente, adicto, bello… es REÍR AL VIENTO y ella Sandra Barneda.

Es la primera novela de la periodista con más de 600 páginas que nos invitan a sonreír, a reflexionar, a querernos y dar las gracias. Su protagonista es Álex, una chica de 43 años que está hasta el moño de ella misma y de su vida, que está perdida y quiere encontrarse, por eso se marcha a vivir la aventura a Bali. La aventura… nunca mejor dicho. Se marcha sin planear nada, nada que no sea disfrutar y vivir el ahora. Se entrega a ese viaje, a no perderse nada, se deja llevar.
Pienso que a partir de este verano van a aumentar los viajes a esta bella isla que, sin ver ninguna fotografía ni documental, es un paraíso perdido que con sólo respirar su aire y reírle al cielo, ya eres feliz. Creo que no puede haber mejor guía turística para Bali que Reír al viento.

Salió a la venta hará poco más de tres meses y ya va por la cuarta o quinta edición, y seguro que os suena por haberlo visto en el top de los más vendidos. No me extraña y desde aquí os empujo a que lo leáis. Os va a sorprender, nunca habréis leído nada igual. “…Es un canto a la vida y a la necesidad de ser nosotros mismos”


¿Alguna vez has pensado en poner tierra de por medio? ¿Perderte en un lugar lejano y ver tu propia vida desde la distancia? ¿Te atreverías?


Apenas tres semanas después de que saliera a la venta la novela, Sandra vino a Valencia a la firma de libros. Me había comprado el libro la semana anterior, antes de saber que venía, y estaba toda nerviosa. Tenía mil ganas de conocerla. Escribir un libro no es fácil, se necesita mucho tiempo de soledad, mucha dedicación, paciencia, tener las ideas muy claras y mucha seguridad. Escribir un libro es un acto de valentía y Sandra era una valiente, por eso quería conocerla. ¡¡Ya me toca!! Era la tercera de la cola, así que no tuve que esperar mucho… Cuando me puse delante de ella mientras me firmaba el libro, la observaba; muy alta, delgada, con unas facciones perfectamente marcadas, unos ojazos verdes que te miraban penetrantes, una sonrisa perfecta y una voz dulce y a la vez firme. Se le veía una tía muy segura. ¡Me encantó! ¡Bellísima!



“Quiero ser ese aire puro que levanta cometas, que huele a canela de ofrendas y humedece pieles que no se olvidan de sonreír. ¡Luchadora! Abandona las batallas, suelta las armas. Vive como quieras, levanta las manos y quítate las cadenas invisibles que el miedo nos construye a base de lamentos.
Viento que sopla en contra o a favor. Huracán que destruye, ráfagas que despejan, brisa que alivia…, pero viento. Libre, hermoso e imposible de atrapar”

Sandra Barneda

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