en que la vida es generosa
y te regala a personas
preciosas, como tú... una rosa.
Flores delicadas, bellas
por fuera, pero que nos regalan
lo mejor, cuando se abren solas
y nos enseñan lo que dentro llevan.
Aquellas que sin pedirlo
dan de sí lo mejor,
que regalando sonrisas, ahuyentan su dolor,
y lo que es mejor, el tuyo propio sin saberlo...
Ángeles sin alas,
Aves Fénix, que se reinventan
día a día, que te reconfortan
el alma en esos días en que las malas
energías te llaman,
y recuerdas su sonrisa,
y todo pasa...
Y por ello, te doy gracias.
Para un ángel sin alas... llamado BELÉN.
José Cebreiro
El poema es precioso y también la persona a la que va dedicado.
ResponderEliminar¡Ánimo, Belén, y enhorabuena por tu blog!
Sigue escribiendo. Todavía tienes mucho que enseñarnos y que alumbrarnos con esa luz que desprendes.
¡¡¡Un abrazo!!!
¡Bello poema, Belén!
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel-A.